viernes, 12 de septiembre de 2008

reflecciones



Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando
por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.
Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban
dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.
Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás,
hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida
quedaban sólo un par de pisadas en la arena. Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor:
"Señor, Tu me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino,
pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas.
No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".
Entonces, El, clavando en mi su mirada infinita me contestó:
"Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás
te abandonaría en los momentos más difíciles.
Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas
fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".
Dan ganas de llorar ver como Dios tiene cuidado de nosotros.¡¡¡ El nos Tiene en sus brazos No temamos!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy lindas las fotos de los periquitos eso me hace pensar en el que se me fué y el que se me murio:(.. y esa reflexión siempre será una de mis favoritas y de las que más animo me dan en mi vida,,, gracias amiga;)